Así se ha puesto de manifiesto durante la celebración de la I Jornada “Viviendas accesibles, entornos amigables”, organizada por la Fundación Mayores de Hoy, con la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), el Grupo SENDA, y la Comunidad de Madrid y el patrocinio de Fundación Pryconsa. Un evento que ha puesto sobre la mesa la necesidad de conseguir entornos y viviendas accesibles para responder a uno de los retos más importantes que plantea el envejecimiento de la población.

La presidenta de la Fundación Mayores de Hoy, Matilde Pelegrí, recordó que España está considerado como el segundo país más envejecido del mundo y que, aunque es “una excelente noticia también supone que hay que afrontar un reto demográfico importante”. Y, aunque es un reto, “también es una oportunidad porque muchas cambiarán en los próximos años y conviene adaptarse a ellas”. Por eso, conscientes de este escenario la Fundación ha decidido explorar la situación actual de las viviendas. “Un empeño en el que hemos encontrado la colaboración de los mejores, de los expertos para analizar cómo son hoy esas viviendas, cómo deberían ser y qué ayudas y acciones están previstas desde el punto de vista de la Administración”. 

El Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, COAM, Sigfrido Herráez, ha reconocido que la entidad a la que representa es el “marco adecuado para hablar de los espacios que ocupan los mayores, y los no mayores”, porque como exponía los arquitectos piensan en los espacios público o privados pensando siempre en los mayores. “Queremos y aspiramos a llegar a mayores y, por tanto, queremos hacerlo en las mejores condiciones en ese estadio de la vida”.   

 

El Subdirector General de Política y Ayuda a la Vivienda, del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, Anselmo Menéndez, ha expuesto cuáles son las “Ayudas estatales a la accesibilidad de viviendas”, las iniciativas que se están poniendo en marcha desde el Ministerio en materia de vivienda para mejorar la accesibilidad de los ciudadanos. Y, tras recordar que son las comunidades autónomas las que tienen competencias en materia de vivienda, señaló que el artículo 149 de la Constitución atribuye al Estado las competencias “sobre las bases y coordinación de la planificación general de la actividad económica”, lo que justifica diferentes acciones en materia de vivienda. Una vía por la que se han ido sucediendo en los últimos 40 años “los sucesivos Planes de Vivienda que permite al Estado intervenir en la política económica a través de la vivienda”. 

Según los datos que ha dado a conocer, en torno a tres millones y medio de viviendas están en edificios de más de cuatro plantas sin ascensor, lo que genera “un problema gravísimo en cuanto a la accesibilidad”. Por otro lado existen unos tres millones de personas “calificadas como personas con discapacidad”, y como dato significativo añadido, en nuestro país unos seis millones y medio de personas tienen más de 70 años. “Todos estos datos dan una referencia inequívoca de la importancia del estudio de la accesibilidad en nuestras viviendas y en nuestras ciudades”. 

Tras hacer un repaso por las ayudas que contempla el Plan de Vivienda en vigor, ha avanzado que el nuevo Plan de Vivienda 2022-2025, que se está tramitando en estos momentos, implementará novedades que facilitarán que los ciudadanos “accedan a ayudas para mejorar la accesibilidad de sus viviendas”. Entra las principales novedades destaca que se podrán conceder las ayudas por adjudicación directa y que “las ayudas se incrementan del 40 % actual al 60 %, y hasta el 75 % en caso de residente con discapacidad en el edificio”. 

Joaquín María Gómez, secretario del COAM, ha sido el encargado de moderar la mesa de debate concluyó diciendo que “la ciudad construida debe ser amigable con todos, porque somos los arquitectos los que tenemos que diseñarlas, haciendo los proyectos pensando en quién va a habitarlo, tenemos que escuchar al cliente para saber qué es lo que necesita”. 

 

Carmen García, responsable del Departamento de Asesoramiento Técnico del COAM, que explica el contexto normativo que afecta a la accesibiidad de las viviendas, recordando que “cuando nos enfrentamos a la elaboración de un proyecto, y abordamos el tema de la accesibilidad nos encontramos con numerosas disposiciones de diferente rango, algunas incluso aparentemente contradictorias”. A nivel estatal, subraya que  el Real Decreto 505/2007 el que “aprueba las condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados y edificaciones”, era la primera vez que se regula a nivel estatal ese tipo de condiciones “que dan respuesta a lo expuesto en la Ley 51/2003 de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal de las personas.  García relaciona, a partir de esta normativa, aquellas que deben tener presentes los arquitectos a la hora de diseñar proyectos que sean realmente accesibles. 

“La concienciación con la accesibilidad es cada vez mayor en la sociedad Se convocan numerosas ayudas municipales, regionales y nacionales para conseguir una mayor accesibilidad”, señala, añadiendo que el arquitecto “juega un papel fundamental a la hora de conseguir una mayor accesibilidad mejorando el entorno construido”. 

La directora gerente del CEAPAT, Tatiana Alemán, ha presentado la perspectiva de la Administración Pública sobre cómo actuar sobre el entorno para que éste sea accesible y mejore la calidad de vida de las personas. En este sentido recordó que, desde hace 10 años, el Imserso mantiene un acuerdo con la OMS para fomentar el proyecto de Ciudades Amigables con las Personas Mayores. “Un territorio amigable con los mayores pone las preferencias y las necesidades de las personas en el centro de la acción. Interviene no solo en el ámbito físico sino también social de las personas”. Reconoce que el grupo de las personas mayores es un “grupo muy heterogéneo, que necesita de soluciones personalizadas y diversas, respeta sus decisiones y se anticipa a las necesidades que puedan ir surgiendo a lo largo de la vida”. La Red Mundial de ciudades Amigables interviene en los espacios compartidos, en las viviendas, en los servicios públicos, “en todos los aspectos que forman parte de nuestra vida, sin olvidar que la accesibilidad universal significa que se ha diseñado un entorno o un servicio teniendo en cuenta las necesidades de todas las personas, no solo los mayores o las personas con discapacidad”. Este proceso tiene la gran ventaja de que se tiene en cuenta la normativa sobre accesibilidad y el “cómo aplicar esa normativa para conseguir que sea algo positivo para las personas”. Y no hay que olvidar que “la discapacidad no está en la persona”, sino que esta la genera el entorno porque “no está diseñado para que yo como persona sea completamente autónoma”. 

Respecto a la vivienda, insistió que es necesario trabajar en la propia accesibilidad del entorno de la vivienda, en los productos de apoyo que se utilizan en esa vivienda, en los apoyos humanos, la tecnología que cada vez está más integrada en el hogar,. “Si no trabajamos en la eliminación de las barreras físicas, en la construcción de apoyos humanos para las personas, restringimos el derecho de las personas a participar en la sociedad en las mismas condiciones que el resto de las personas”. Y señaló que construir con criterios de accesibilidad “no tiene por qué ser más caro”. 

Javier García, presidente de CEOMA, .ha asegurado que los mayores solo piden “sentido y sensibilidad, por respecto, por dignidad y porque lo dice la Constitución”. Afirmó que la edad no puede ser un freno. Recalcó que la longevidad no es sinónimo de envejecimiento, ni envejecimiento de discapacidad. “Si pensásemos con, por y para los ciudadanos, probablemente estaríamos diseñando para ellos”, reflexionó. Cuando “vamos a construir un complejo, un inmueble, hay que tener presente la opinión de los mayores”. 

El criterio de accesibilidad “no se refiere solo a unos aspectos físicos, materiales, los mayores no piensan tanto en las leyes, sino en vivir en entornos en los que vivir con comodidad y de forma permanente. Los mayores deben formar parte de las decisiones de cómo van a ser los inmuebles en las que vamos a vivir”. Todos deben formar parte del proceso decisorio sobre cómo va a ser el entorno en el que vivir. “Se nos olvida que el entorno es el que me hace sentir bien y hace que mi vivienda también sea accesible”.  Por eso animó a las personas mayores a que intervengan activamente en sus entornos, involucrándose en la sociedad civil. 

Los mayores no quieren tener sesgo y sí apuestan por los espacios intergeneracionales, “espacios de encuentros que tienen que ser pensados para todos”. Porque  ser mayor es una cuestión de edad pero “ser ciudadano es un derecho”. .

Isabel Durán, directora de programas de Fundación Pryconsa, ha explicado que su organización está muy preocupada por las personas mayores porque “queremos ayudar a que nuestro mundo sea cada vez un poco mejor”, lo que la Fundación materializa a través de diferentes acciones. “Los mayores para nosotros son un eje central porque una sociedad que no da dignidad a los mayores es una sociedad pobre e injusta”. Como la “madre económica” de la Fundación es una constructora de viviendas, la sensibilidad por estas cuestiones “nos lleva a querer avanzar en materia de accesibilidad”. Durán ha reconocido que es necesario “generar un flujo de información” sobre estos asuntos para que los ciudadanos puedan acceder a las normas y a las ayudas que necesiten para ganar en accesibilidad. “La Fundación Pryconsa tiene como eje fundamental las personas que trabajan en el Grupo y estamos preocupados por ellas tratando de ayudar en lo que podemos”, concluyó. 

Ponencias

JVAporM.CarmenDelgado

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