Durante todo este año se lleva a cabo un nuevo proyecto que supone una nueva mirada a los cuidados como experiencia humanizadora. Se trata de una iniciativa cuyo objetivo último pasa por revalorizar la figura del cuidador familiar de personas con Alzhéimer, que pone en marcha la Asociación de Familiares de Alzheimer AFA Las Rozas, con el apoyo de la Comunidad de Madrid, la Fundación Mayores de Hoy y la ONG Música en vena. 

 

Nueva mirada  a los cuidados como experiencia humanizadora, es el nombre del proyecto que, durante todo este año, va a desarrollar la Asociación de Familiares de enfermos de Alzheimer de Las Rozas, AFA Las Rozas. Una iniciativa que cuenta con el apoyo de la Comunidad de Madrid, y la colaboración directa de la Fundación Mayores de Hoy y de la ONG Música en vena. Un proyecto que se presentó, el pasado 4 de febrero, en el programa de radio Palabras Mayores que Grupo Senda produce en Decisión Radio

Un programa que, además, como explicó la presidenta de la Fundación Mayores de Hoy, Matilde Pelegrí, forma parte del proyecto ya que una parte importante del mismo es la difusión de lo que materialice y de la formación que vaya ofreciéndose que ayude a poner en valor la figura del cuidador informal. 

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El presidente de AFA Las Rozas, Miguel Ángel López Quesada, está convencido de la necesidad de “humanizar la función del cuidador”, una función que él conoce muy bien porque es su principal ocupación hace algunos años (su esposa sufre Alzhéimer). Una humanización que para él “tiene claramente tres patas que son fundamentales: formar al cuidador, ayudar a presentar en sociedad la palabra cuidadores en este país, porque parece que no existimos, presentarlos a través de los medios de comunicación, y dotarle de toda la formación adecuada”. López Quesada reconoce que el cuidador tiene una cualidad muy importante, y es que “todo lo que hace y todo lo que habla, nace del corazón”.

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Cualidades que reafirmó el Director General de Atención al Mayor y a la Dependencia, Juan José García Ferrer, quien afirmó que “para cuidar hay que tener dos cosas: pasión y compasión. Los conocimientos se adquieren, pero eso se tiene o no se tiene”. Además, García Ferrer aseguró que la Comunidad de Madrid con este proyecto quiere ayudar al cuidador, “especialmente al cuidador de las personas con demencias”, para lo que hay que dar diferentes pasos más allá de la formación. Tenemos que establecer mecanismos de cooperación con las entidades para que esa formación sea lo más eficiente posible. Es verdad que gozamos de una comunidad que representa porcentualmente, junto con Andalucía, los dos territorios de España con mayor número de personas que pueden acceder a servicios de teleasistencia, pero tenemos que incorporar dentro de esa teleasistencia determinados elementos que sean no solamente preventivos, sino que también sean de apoyo para el cuidador en un momento determinado”.

Como ejemplo de esos elementos, Director General  recordó que en la convocatoria de este año de las Rutas Culturales para Mayores, la Comunidad de Madrid ha reservado “350 plazas para cuidadores de personas en situación de dependencia, facilitándoles que puedan viajar cuatro días, tres noches gratuitamente y la comunidad facilitará, dentro del marco jurídico de sus estancias temporales, una semana una estancia temporal para estas personas”.

También hay que adaptarse a una realidad que nos pide respuestas. De ahí que desde el gobierno autonómico se vaya a cambiar el decreto de dependencia “para que aunque la persona no viva en el propio domicilio, uno pueda ser cuidador informal, porque muchas veces emplean muchas horas en ese cuidado informal, aunque cuente con otro tipo de apoyos”. Seguir avanzando y ofreciendo ayudas a los cuidadores porque ” tenemos que hacer todo lo posible para dignificar no solamente el cuidado y reconocerlo socialmente, dignificar la enfermedad y la persona que la sufre porque tiene una historia de vida y aprovechar en ese sentido, desde el marco de la investigación, aquellas herramientas que sean mejores”. 

Pelegrí explicó que el papel de la Fundación es dar difusión a este proyecto porque, “como siempre afirma Miguel Ángel, no sólo hay que hacer programas para los cuidadores, para las personas que cuidan. Hay que contarlo, hay que decirlo. De manera nosotros, desde la fundación y nuestro conocimiento del mundo de las personas mayores, podemos aprovechar que Grupo SENDA, que es uno de nuestros patronos, es un grupo especializado en información para personas mayores y para el sector sociosanitario. Estamos aquí para dar todo el apoyo al proyecto y darle toda la difusión posible”.

El poder de la música

La fundadora y Presidenta de Música en vena, Virginia Castellón, también se mostró encantada de formar parte de este proyecto. Y reconoció el poder que tiene la música para las personas mayores y sobre todo para las personas con demencia. “Cuando estamos frente a una persona con demencia y escucha la música, vemos una transformación brutal, cómo pueden conectar con la música de su época, como participan, como se les nota el cambio de humor, se emocionan”. 

Un poder, el de la música, que también llega al cuidador. Castellón reconoce que ese acercamiento que facilita la música es esencial. “Y es tan importante ese acercamiento a los mayores. Es tan importante tocarle, solamente con ponerle la mano en el hombro y aquí hacerle sentir que estás aquí  para acompañarte, con eso es suficiente. La música no es solo música, es compañía, es humanizar, es consolar, es esperanza, es calidad de vida. Es todo”, concluye. 

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